Iglesia Universal

La Alegria del encuentro con Cristo es contagiosa

Papa Francisco: No seamos “cristianos murciélagos.

 La alegria del encuentro con Cristo es contagiosa .
Hay cristianos que tienen miedo a la alegría de la Resurrección que Jesús nos quiere dar, y su vida parece un funeral, pero el Señor resucitado está siempre con nosotros:

El Evangelio propuesto por la liturgia del día narra la aparición de Cristo resucitado a los discípulos. Al saludo de paz del Señor, los discípulos, en lugar de alegrarse  se quedan “demudados y llenos de miedo”, pensando “que ven a un fantasma”.
 
Jesús intenta hacerles entender que es realidad lo que ven, les invita a tocar su cuerpo, hace que le den de comer. Les quiere llevar a la “alegría de la Resurrección, la alegría de su presencia entre ellos”. Pero los discípulos  “por la alegría no creían, no podían creerlo, porque tenían miedo de la alegría”.

“Esta es una enfermedad de los cristianos. Tenemos miedo de la alegría. Es mejor pensar: ‘Sí, sí, Dios existe, pero está allá; Jesús ha resucitado, está allá’. Un poco de distancia. Tenemos miedo de la cercanía de Jesús, porque esto nos da alegría. Y así se explican tantos cristianos de funeral, ¿no? Que su vida parece un funeral continuo”, 

“Prefieren la tristeza que no la alegría. Se mueven mejor no en la luz de la alegría, sino en las sombras, como esos animales que sólo consiguen salir de noche, pero no a la luz del día, no ven nada. Como los murciélagos. Y con un poco de sentido del humor podemos decir que hay cristianos murciélagos que prefieren las sombras a la luz de la presencia del Señor”.

Pero “Jesús, con su Resurrección  nos da la alegría: la alegría de ser cristianos; la alegría de seguirlo de cerca; la alegría de ir por el camino de las Bienaventuranzas, la alegría de estar con Él”.

“Y nosotros, muchas veces, o nos implicamos, cuando llega esta alegría, o estamos llenos de miedo y creemos ver un fantasma, o pensamos que Jesús es una manera de actuar: ‘Nosotros somos cristianos y debemos hacer así’. ¿Pero dónde está Jesús? ‘No, Jesús está en el Cielo’. ¿Tu hablas con Jesús? ¿Tu dices a Jesús: ‘Yo creo que Tu vives, que Tu has resucitado, que Tu estás cerca de mi, que Tu no me abandonas’? La vida cristiana debe ser esto: un dialogo con Jesús, porque – esto es verdad – Jesús está siempre con nosotros, está siempre con nuestros problemas, con nuestras dificultades, con nuestras obras buenas”.

¡Cuántas veces  los cristianos “no estamos contentos porque tenemos miedo!”. Cristianos que “han sido derrotados” en la cruz.

“En mi tierra hay un dicho que dice así: ‘Cuando uno se quema con la leche hirviendo, luego llora cuando ve a la vaca’. Y estos se habían quemado con el drama de la cruz y dijeron: ‘No, quedémonos aquí; Él está en el Cielo; pero muy bien, ha resucitado, pero que no venga otra vez aquí porque no podemos más’. Pidamos al Señor que haga con todos nosotros lo que hizo con los discípulos, que tenían miedo: que abra nuestra mente: ‘Entonces, abrió su mente para comprender las Escrituras’; que abra nuestra mente y que nos haga entender que Él es una realidad viva, que Él tiene un cuerpo, que Él está con nosotros y que Él nos acompaña y que Él ha vencido. Pidamos al Señor que no tengamos miedo de la alegría”