ࡱ> QSP[ Ibjbj 4ZΐΐA)))))====$a$=8?AAAAAAv">A)A))V ))??V@`!=" +l0+x"""")AA" : Tema 2: La vida conyugal como proyecto en comn El amor conyugal: Se casaron y fueron felices, era la frase con la que se pona fin a pelculas, cuentos y novelas. Esta felicidad automtica tras la boda falseaba la realidad, ya que presentaba como dignas de contarse las dificultades y aventuras de una pareja para llegar a casarse; conseguido este objetivo, el resto era felicidad que no necesitaba relatarse. Lo cierto es, que la vida de pareja casada es ms rica, complicada, interesante, difcil y hermosa que la de esa misma pareja antes de casarse. Si alguien siente nostalgia de su tiempo de noviazgo, si la poca ideal para l o ella fue anterior a su boda, algo est fallando profundamente: significa que falta la fuerza para superar las dificultades de convivencia. Porque las dificultades de convivencia existen para todas las parejas, pero unas consiguen superarlas ahondando en su amor, mientras que en otras es el amor el que se desvanece, a veces ante los primeros obstculos, frente a lo que parece no existir ninguna capacidad de superacin. Dnde estar la diferencia? Todo depende de lo que entendamos que ha de ser el amor conyugal. Para unos es slo la atraccin fsica y el deleite o las ventajas que el otro me proporciona a cambio de las que yo le puedo proporcionar; una especie de contrato de inestable equilibrio, en el que uno de los dos pueden sentirse defraudados porque estiman dar ms de lo que reciben. Para otros, en cambio, el amor es la fuerza que impulsa a darse al otro para que el otro llegue a ser l mismo. En el matrimonio, el amor humano puede llegar a su plenitud. Porque en l los cnyuges pueden llegar a la mxima donacin de s mismos, entregndose el uno al otro en un compromiso total (sin reservarse nada), exclusivo (sin compartirlo a ese nivel con nadie ms que con el cnyuge), definitivo (sin poner plazos) y fecundo (no agotado en la pareja, sino llamado a prolongarse) . Esto no significa que todo amor conyugal sea perfecto, porque en este mundo no hay nada perfecto. Pero en eso radica su grandeza: en que, desde la limitacin de toda persona humana nos ponemos en camino hacia esa meta. Por eso el matrimonio es estar siempre en camino. Un camino que nunca acaba. El matrimonio es, pues, una aventura siempre nueva, siempre renovada, capaz de hacernos cada da ms personas. El xito de un matrimonio no se mide en ausencia de dificultades, sino por capacidad de superarlas y de vivir de forma cada vez ms profunda nuestra capacidad de darnos. El amor conyugal autentico engendra una felicidad honda y duradera, ya que se constituye poco a poco, da a da, sobre la roca firme de un proyecto comn. Proyectar la vida en comn: Proyectar es pensar y definir alfo que queremos realizar, para el logro de un bien concreto y deseable que merece la pena conseguir. Requiere tener claro los objetivos que se pretenden, su validez, los medios disponibles, las circunstancias que lo condicionan y las dificultades que los pueden obstaculizar. Hacer un proyecto es necesario y nadie lo discute cuando se trata de montar un negocio o construir una casa o un pantano. En cambio, ya no resulta tan claro cuando se trata de nuestra vida y en concreto de nuestra vida de pareja. Ah parece que hay que dejarlo todo a la improvisacin, a la decisin apresurada ante lo imprevisto o lo que se nos imponga desde fuera. Un proyecto de vida en comn tiene que ser algo ms que tratar de sentirse a gusto en una grata compaa, compartir juegos erticos, viajes, comodidades o aficiones. Se trata de ver si existen valores compartidos que puedan configurar una forma de vida. Un acuerdo para alcanzar juntos algo que consideramos valioso. Un proyecto necesita unos objetivos y una forma concreta de llevarlo a la prctica. Los objetivos son aquellos valores por los que merece la pena luchar en nuestra vida. Es apostar la vida a unos valores determinados. Es lo primero sobre lo que hay que estar de acuerdo. Pero no basta con eso: podemos coincidir en los principios pero no en la forma de vivirlos. Hay que dar otro paso: cmo vamos a vivir esos valores, esos ideales en la prctica? Cmo va a ser nuestro trabajo? Cul va a ser nuestra actitud ante los hijos? Qu ambiente tendr nuestra casa, nuestro hogar? Cul ser nuestra actitud frente a dinero? Etc. No ser fcil abordar la elaboracin de tal proyecto si antes no hemos sido capaces de enfrentarnos a las cuestiones del tema anterior, aquellas de las que depende que lleguemos a realizarnos como personas nicas e irrepetibles. No se llega a un autntico nosotros si no hay madurez personal. Llegar al matrimonio sin haber superado la etapa infantil o adolescente es embarcarse en una aventura con muchas posibilidades de fracaso. No obstante, cualquier pareja puede superar un deficiente punto de partida si revisa su vida con seriedad y saca las consecuencias. Incluso quienes hicieron un proyecto de vida en comn, tendrn que revisarlo a lo largo de su vida en muchas ocasiones. La vida es mucha ms grande, compleja y rica de lo que podamos imaginar. Habr que revisar nuestro proyecto y adaptarlo a las circunstancias cambiantes, ponerlo al da con nueva ilusin y nuevo entusiasmo. Lo importante no es tener hecho un proyecto de una vez para siempre e inflexible, sino saber en casa momento adnde vamos, y que vamos porque queremos ir. La iniciativa siempre tendr que ser nuestra, nunca ir como a la deriva. Un buen proyecto de vida en comn es el que incluye una revisin peridica de su propio funcionamiento. Comunicarse y compartir: EL DILOGO Durante el tiempo de noviazgo, las parejas dialogan con mayor o menor profundidad, con ms o menos sinceridad. Cada uno trata de mostrarle al otro su cara ms agradable. Despus de la boda hay que seguir dialogando, pero en un contexto muy diferente. La convivencia presenta sus ventajas y sus inconvenientes, que se constata da a da. Puede haber un cierto desencanto sobre el que no se quiere hablar, largos silencios, excusas para no estar frente a frente, comentarios superficiales Falta comunicacin. Sin comunicacin no hay posibilidad de vida en comn. La vida lnguida de muchos matrimonios puede deberse en muchos casos a esta falta de comunicacin. Cada cual vive su vida, sus preocupaciones, sus deseos, por separado. Los contactos se reducen a unas pocas cuestiones que a menudo degeneran en discusiones. Puede ser el comienzo de una crisis que, conducir con el tiempo a una ruptura. Dialogar es la primera forma de comunicarse y de compartir la vida. Pero no cualquier forma de hablar es ya dilogo. El dilogo no es discutir: no es intentar convencer al otro, ni imponerle las ideas propias, ni prescindir de sus propias ideas. Dialogar no es hacerse or. Dialogar es, sobre todo, escuchar y preguntar; es la voluntad firme de compartir los deseos, las preocupaciones, las alegras, los estados de nimo del otro. La actitud dialogante consiste en abrirse a lo que el otro nos quiera decir y tratar de aceptarlo, asumirlo y comprenderlo. Consiste en decir al otro lo que pensamos, sentimos, queremos, todo ello pasando por una reflexin personal y profunda. En el dilogo, cada uno muestra al otro su propia vida interior conscientemente asumida, y ello exige que cada uno manifieste ante el otro un gran respeto. El dilogo es necesario porque cada cual tiene o conoce algo que el otro no posee o ignora; y adems, porque cada uno percibe la misma realidad de forma diferente. Por todo ello, a travs del dilogo se busca la complementariedad entre las personas a todos los niveles. Pero todo dilogo comporta dificultades: la forma de expresin, la inoportunidad del momento, el afn de querer llevar la razn, etc., pueden obstaculizarlo y en ocasiones hacerlo imposible. No puede olvidarse que el dialogo tiene que transformarnos, a enfrentarnos con realidades que a veces eludimos o que ocultamos cuidadosamente Por eso es fcil que nos pongamos a la defensiva: preparando las respuestas mientras el otro habla, impidiendo as que podamos recibir el mensaje del otro y su aceptacin o rechazo razonado. Incluso se adoptan gestos enrgicos o expresiones duras, se levanta la voz, etc.; todo ello no son ms que armas defensivas de nuestro orgullo y egosmo. La actitud dialogante, cuando existe en la pareja, es un buen signo de que ambos desean vivamente compartir y comparten la vida del otro. Entonces el amor y la unin crecen a travs de cada detalle, de cada situacin de alegra o tristeza compartida. Pero esa actitud no surge de la nada. Hay que cultivarla continuamente, trabajando con constancia para conseguirla poco a poco. Tampoco suelen alcanzarla los dos al mismo tiempo. Pero, en cualquier caso, da a da sienten que su vida va cambiando y se enriquece, que el amor madura; experimentan una sensacin de plenitud. LA CONFIANZA Y LA ACEPTACIN MUTUA Para que haya una autntica comunicacin, hace falta confianza y aceptacin mutua. Sobre la confianza no tenemos a menudo una idea clara. La confundimos con la ausencia de pudor o falta de finura o delicadeza. A veces la delicadeza la reservamos para los extraos, pero prescindimos de ella cuando tratamos con los ms prximos. La confianza es ms que fiarse del otro; es tener la conviccin de que el otro es bueno, me ama y quiere lo mejor para m. Y esto con toda la seguridad, sin que me pueda quedar la menor duda. Para lograr esta confianza es imprescindible que cada uno elimine todo prejuicio hacia el otro que pueda condicionar la mutua apertura. Con nuestra pareja, puede ocurrir que hayamos pasado de una opinin idealizada, y por tanto falsa, a otra de desencanto, igualmente falsa. Nuestra pareja no es como la habamos soado. Confiar en el otro no significa que reconozcamos sus defectos y limitaciones; sino que, a pesar de todo, confiamos en l, estamos seguros de que lo bueno supera a lo imperfecto y negativo que tenga. La confianza engendra confianza, y ella nos lleva a la aceptacin del otro y a la aceptacin de los dems. Aceptar a los dems no es absorberlos, ni moldearlos a nuestro gusto, ni cambiarlos para que sean distintos, sino acogerlos tal y como son, con su propio carcter, y esforzarnos para que cada cual desarrolle al mximo todo lo que hay en l de positivo. Desgraciadamente, es ms fcil descubrir lo negativo del otro o lo que, desde nuestro punto de vista es ms negativo en l. Conocer al otro y aceptarlo nos ayuda, adems, a conocernos mejor y a aceptarnos a nosotros mismos tal como somos, sin miedo a reconocer nuestras limitaciones o defectos. Y ese sentirse aceptado por el otro ayuda a su vez, a tener una mayor confianza en nosotros mismos. LA AYUDA MUTUA La situacin en la que el marido realizaba el trabajo retribuido mediante un empleo o profesin, mientras que la esposa se dedicaba a las tareas del hogar, que impona una clara divisin del trabajo, es hoy residual y minoritaria. Generalizado el trabajo profesional de los dos miembros de la pareja, cada uno de nosotros tendr un campo concreto y separado del otro en el que tendr que realizar su vocacin, su profesin, y al mismo tiempo un hogar, una casa comn, en la que convivir juntamente con los hijos que van llegando. Y ser necesario ponerse de acuerdo para establecer la ayuda mutua en la realizacin de las tareas del hogar. Si estas tareas han estado marcadas por el sexo hasta poca reciente, habr que empezar por aceptar que el hombre y la mujer son iguales ante todas las tareas. Esta es una igualdad bsica que hay que asumir y en la que hay que educar a nuestros hijos. No hay ninguna razn para establecer trabajos masculinos y trabajos femeninos. Esto no significa que tengamos idnticas habilidades. Podemos buscar la forma de complementarnos pero en ningn caso podemos invocar el sexo para eludir ningn trabajo en el hogar. Tambin ser necesaria la ayuda mutua con respecto al trabajo de cada uno fuera del hogar. Aunque los problemas, dificultades, proyectos y aspiraciones del trabajo profesional de cada uno tienen su propio mbito de realizacin, ello no significa que cada uno no necesite el apoyo, la comprensin, el nimo del otro. sta ser una ayuda mutua de gran valor, pues ser un elemento ms de unidad, de reflexin compartida, de toma de decisiones en comn. Ninguna preocupacin del cnyuge puede ser ignorado por el otro, salvo cuando se trate de cuestiones que exigen secreto profesional; pero incluso en estos casos, sin que haya que revelar nada, el otro comprende y apoya. Hay que insistir en que la ayuda ha de ser mutua, es decir, ambos debes estar dispuestos a dar y recibir: saber ayudar y saber recibir ayuda. Si uno de los dos, o ambos, se considera superior al otro, si uno u otro plantea la ayuda como exigencia o la ofrece con suficiencia, no se habr compartido nada y la convivencia puede peligrar. Pedir ayuda con naturalidad, ofrecerla con alegra, ponerse en el lugar del otro para comprenderlo, reflexionar en comn con seriedad, consolidar a la pareja. Compartir y comunicarse siempre y en primer lugar con la pareja antes de acudir a otras personas, aunque luego, de comn acuerdo, se busque la ayuda de terceros si es necesaria. Tambin las aficiones habrn de compartirse o, al menos, evitar que sean motivo de alejamiento. La vida en comn es una constante bsqueda de espacios de coincidencias que exigir actitudes comprensivas y generosas por parte de ambos. El amor implica siempre tomar la iniciativa sin reservas, sin esperar que el otro sea quien d el primer paso, quien ms da, ms recibe. EL DINERO Los bienes que la pareja aporta al matrimonio y lo que uno o ambos cnyuges ganan con su trabajo o actividad, podemos llamarlo dinero, y vamos a reflexionar sobre su incidencia en la vida de pareja, porque puede ser un medio eficaz para realizar nuestro proyecto comn o una fuente de discordias si no se dan las importantes actitudes que venimos analizando. La economa familiar es un espacio importantsimo en el que ejercitar el dilogo, la reflexin, la decisin compartida. Exige haber llegado a reconocernos como un nosotros, superando un t y un yo independientes, lo mo y lo tuyo por lo nuestro. Y comprender que lo nuestro est al servicio de nuestro proyecto de vida en comn. Tambin ser nuestras las estrecheces, las dificultades, las deudas, las obligaciones. La abundancia o la escasez, los buenos tiempos y los malos, hay que compartirlos tomando decisiones adecuadas. La convivencia se ver seriamente afectada si cada uno pretende decidir por s solo con respecto al modo de gastar el dinero que gana o aporta, o si exige al otro que asuma, tambin por s solo, obligaciones que deben ser comunes. El empleo del dinero exige una escala de valores previa y compartida. Habr que decidir en cada momento lo que podemos gastar, lo que debemos comprar, lo que de verdad necesitamos. La incitacin al consumo es avasalladora; la creacin de necesidades permanente; la ilusin de que se puede ser ms feliz con ms cosas, una tentacin constante. Si la pareja sabe dominar ese medie del dinero y ponerlo a su servicio, en lugar de dejarse dominar por l, tambin podr transmitir a sus hijos una actitud adecuada. Es fcil pecar de un afn desmedido de ganar dinero. Ello ocurre cuando nos metemos en una espiral de necesidades crecientes sin pararnos a reflexionar si de verdad son necesidades; cuando el tiempo de trabajo aumenta cada vez ms, a la vez que el tiempo de convivencia con la familia disminuye, y no examinamos las consecuencias de esta falta de convivencia con la pareja y los hijos. Tambin puede provocar problemas el dinero cuando escasea o falta para cubrir las propias necesidades. Por eso deberamos ejercitarnos en una virtud de la que se habla poco; la austeridad, que nos hara ms llevadera la vida cuando haya dificultades, nos dara, en cualquier caso, una mayor sensibilidad ante las necesidades de los dems y, por consiguiente, nos impulsara a compartir nuestros bienes con el prjimo. Educar a los hijos en el valor de la austeridad es prepararlos para la vida, dotndolos de una defensa inmejorable para afrontar las vicisitudes que les aguardan en su futuro. PARA LA REFLEXIN Y EL DILOGO: Vivimos nuestro matrimonio como un compromiso total, exclusivo y definitivo o pensamos que todo depender de las circunstancias? Hemos dialogado sobre los valores que creemos ms importantes en nuestra vida? a qu conclusiones hemos llegado? Qu tiempo dedicamos a estas a solas y a dialogar como pareja? Confo plenamente en mi cnyuge o en unas cosas si y en otras no? en qu cosas sentimos ms necesidad de ayuda del otro? compartirnos unas ideas comunes acerca del dinero y la forma de ganarlo y gastarlo? /0ABC .8NUijkмyqiqiaiaihOJQJh*(OJQJhOJQJh@OJQJh@h@5OJQJh@5>*OJQJhX,3OJQJh)h)6OJQJh)OJQJh9'OJQJhwOJQJhwhw5OJQJhw5>*OJQJh >CJ OJQJaJ hw>*CJ OJQJaJ hwCJOJQJaJ#0BC ijk='$^`a$gd@$a$gd@ $ & Fa$gd@ $^a$gdX,3$^`a$gdw $^a$gdw$ & F^`a$gdw$a$gdw'j!}"$%}&f(b)*******#+,,.$a$gdRX$a$gdh3q $^a$gdh3q $ & Fa$gdh3q$^`a$gd@ "";"|"}"O%%%%|&}&g(a)b)****,O0P0000ƾ|tlaVahZehDOJQJhZeh9(OJQJhZeOJQJh9(OJQJh5OJQJ *hh5OJQJ *h5OJQJhOJQJhAOJQJhZnOJQJhRXOJQJheOJQJhh3qOJQJ *hh3qhh3q5OJQJhh3qhh3q5OJQJhh3qhh3q5>*OJQJhh3q5OJQJ..011114o69;*=+=5=6=>ABEnGoGGGHHH $ & Fa$gd} $^a$gd}$a$gdZe$a$gdRX0001111334,7277999;;;;;;)=*=+=4=5=6=>>sBBBEmGnGoGƾƾƾ十vnff^f^h}OJQJhs<OJQJhOJQJhhOJQJhX0hX05OJQJ *hX0hX05OJQJhZeh>OJQJhX0OJQJhw:OJQJh>OJQJhMOJQJhR\OJQJ *hZehZe5OJQJhZe5OJQJhZeOJQJh9(OJQJhZehZeOJQJ$oGG5I?I@IIIh}hZOJQJhZOJQJh}OJQJh}5>*OJQJHI@II $ & Fa$gd}21h:pw. 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